Con la llegada del calor, los platos calientes ceden el paso a recetas frescas y ligeras que nos ayudan a enfrentar las altas temperaturas. Entre las opciones más refrescantes, como un gazpacho bien frío, un wrap vegetariano o una salsa tzatziki como acompañante, destaca una receta sencilla, pero llena de historia: el salmorejo cordobés. Hecho a base de tomate y pan, se convierte en el plato perfecto para compartir en reuniones familiares o con amigos.
El salmorejo tiene sus raíces en la Córdoba de los siglos XIX y XX, donde se consolidó la receta tal como la conocemos hoy. Sin embargo, su historia se remonta aún más atrás. A los campesinos romanos que, con los ingredientes a su alcance, aprovechaban tomates y pan del día anterior para alimentarse.
Con el paso de los años, esta tradición ha perdurado, convirtiéndose en una parte esencial de la identidad andaluza, y llegando a todas las mesas del país, especialmente en los días más calurosos. Su receta sencilla y su versatilidad hacen que sea una elaboración ideal para cualquier ocasión, ya sea como entrante o plato principal, apto para todos los paladares.
Receta de salmorejo cordobés
Ingredientes (para 4 personas)
- 1 kg de tomates maduros
- 200 g de pan (preferiblemente del día anterior)
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- 1 diente de ajo
- Sal al gusto
Preparación
- Escaldar y pelar los tomates: haz una pequeña cruz en la base de cada tomate y sumérgelos en agua hirviendo durante unos 30 segundos. Luego, colócalos en un bol con agua con hielo para pelarlos fácilmente y lograr una textura más suave.
- Preparar el pan: trocea el pan y remójalo en agua durante unos 5 minutos, hasta que adquiera la textura deseada.
- Triturar la mezcla: en una batidora, mezcla el tomate escaldado, el pan, el ajo troceado y una pizca de sal hasta obtener una mezcla homogénea.
- Añadir el aceite: con la batidora en marcha, incorpora poco a poco el aceite de oliva virgen extra, de manera constante y fina, para que la mezcla emulsione correctamente.
- Rectificar y enfriar: prueba la mezcla y ajusta el sabor con más sal o vinagre si lo prefieres. Deja enfriar en la nevera durante al menos una hora antes de servirlo bien frío.
Consejo: Si deseas darle un toque extra de acidez, puedes añadir un poco de vinagre. También puedes decorar el salmorejo con trozos de pan o virutas de jamón antes de servirlo.
Tradición y frescura en cada bocado
El salmorejo cordobés es mucho más que una receta: es un trozo de historia, un reflejo de la tierra andaluza y una forma deliciosa de disfrutar del verano. Con su sabor fresco y su fácil preparación, es el plato ideal para compartir momentos especiales con quienes más quieres.
Además, su vibrante color rojo lo convierte en un festín visual. Para resaltar su tonalidad, lo ideal es servirlo en una vajilla sencilla y colocar los cuencos sobre una bandeja de madera junto a unas servilletas de lino, que añadirán un toque sofisticado perfecto para una comida relajada en buena compañía.