8 ideas fáciles para renovar el suelo de tu casa sin hacer obras

Renueva el suelo de manera rápida, económica y sin obras

Opciones prácticas, rápidas y con estilo para renovar tu casa fácilmente.

Renovar el suelo de casa puede parecer una gran reforma, pero no siempre es necesario recurrir a obras complicadas. Existen soluciones sencillas, prácticas y llenas de estilo que permiten transformar cualquier estancia en poco tiempo. Desde vinilos autoadhesivos hasta suelos laminados fáciles de instalar, las opciones son variadas y accesibles. Con pequeños gestos, es posible dar un aire completamente nuevo al hogar, ganar calidez y actualizar la decoración sin polvo ni escombros.

Qué tipo de suelo es más fácil de instalar

1. Parquet flotante

El parquet flotante tipo clic es una opción práctica y sofisticada para renovar el suelo sin obras. Sus lamas encajan fácilmente entre sí, facilitando un montaje rápido y sin adhesivos adicionales.

De este modo, los hay de un grosor de entre 9 y 16 mm, e incluyen una lámina aislante que mejora la comodidad y reduce el ruido. Aunque su instalación requiere retirar el rodapié y ajustar la altura de las puertas, su acabado cálido y natural lo convierte en una de las alternativas más buscadas hoy en día.

2. Micromortero o microcemento

El micromortero, también conocido como microcemento según el fabricante, es una opción perfecta para renovar suelos sin obras gracias a su mínimo espesor y gran adherencia. Puede aplicarse directamente sobre azulejos, mármol, mosaico, hormigón y otros materiales, evitando la necesidad de retirarlos.

Su acabado continuo y sin juntas recuerda, en ocasiones, al del hormigón pulido. Además, es un revestimiento de lo más versátil, ideal no solo para suelos, sino también para paredes, encimeras, bañeras e incluso piscinas.

El suelo de microcemento, continuo y minimalista, aporta modernidad y amplitud al salón.

3. Cerámica en seco

El suelo cerámico de colocación en seco es una alternativa innovadora que permite instalar baldosas fácilmente sin adhesivos. Su sistema se basa en una base de plástico que actúa como soporte y junta de unión, lo cual facilita un montaje limpio, rápido y desmontable. Aunque al principio estaba diseñado para usar solo en espacios comerciales o instalaciones temporales, su resistencia y versatilidad lo han convertido en una gran opción para hogares.

4. Laminado

También conocido como suelo flotante, el laminado es una opción muy popular gracias a su fácil instalación y su capacidad para colocarse sobre casi cualquier superficie: cerámica, piedra, hormigón, madera o baldosas.

Con un grosor de entre 7 y 12 mm, este tipo de suelo se monta sobre una base aislante que corrige pequeñas irregularidades de hasta 4 mm y reduce el nivel acústico a la mitad. Eso sí, si hay moqueta o tarima de madera debajo, deberás retirarlas antes de la instalación.

El laminado efecto madera aporta calidez y estilo natural, con la practicidad que tu hogar necesita.

5. Suelo vinílico

Si buscas una alternativa a los parquets y laminados, pero que también sean resistente y confortable, los suelos vinílicos son aquello que buscas. Este material hipoalergénico ofrece propiedades aislantes acústicas y está disponible en todo tipo de formatos: lamas, losetas, rollos… Para instalarlo, puedes elegir encolarlo o con sistema clic, similar al parquet flotante. Hoy en día los vinilos imitan con gran realismo material como madera, piedra, hormigón o incluso tejidos.

6. Linóleo

Con más de 150 años de historia, el linóleo es un material natural y sostenible que está ganando protagonismo en hogares sostenibles. Fabricado a partir de ingredientes como aceite de linaza, harina de madera y yute, este suelo es totalmente biodegradable al final de su vida útil. Aunque antes se instalaba como pavimento continuo, hoy en día también se encuentra en formato de losetas, mucho más fáciles de colocar sin necesidad de profesionales.

7. Moqueta

El suelo de moqueta es una opción tradicional, pero igualmente cómoda y fácil de instalar sobre pavimentos existentes -siempre que estén nivelados-. Además de ofrecer una pisada más suave y agradable al tacto, retiene el polvo y actúa como aislante térmico y acústico. Este tipo de suelo es ideal en dormitorios infantiles y cuartos de juegos para proteger a los niños de caídas y, al ser antiestático, también es útil en zonas con equipos electrónicos.

La moqueta verde aporta calidez y carácter, convirtiendo el despacho en un espacio único.

8. Suelo de resina

Por último, el suelo de resina es un tipo de suelo sin juntas, muy resistente gracias a su material autonivelante de apenas 2 mm de grosor. Eso sí: su instalación no es muy sencilla y, por lo tanto, se debe acudir a un profesional, ya que se deben aplicar dos componentes complejos que se endurecen al mezclarse. Además, este tipo de suelo no debe colocarse sobre madera y debe instalarse sobre superficies rígidas y niveladas.

¿Qué poner en un suelo irregular?

Vistas todas estas opciones, debes saber que la alternativa más común y recomendable de instalar sobre suelos desnivelados o irregulares es usar microcemento autonivelante, que crea una superficie lisa y estable.

Para desniveles leves, tanto la cerámica como o el porcelanato te servirán, o bien una tarima flotante o parquet, fáciles de instalar sin adhesivos. Por último, el vinílico solo es capaz de corregir irregularidades pequeñas.

¿Qué suelo se puede poner encima de baldosas?

De nuevo, el suelo laminado es una de las opciones más populares para renovar el suelo sin retirar las baldosas. También conocido como suelo flotante, se compone de tablones con un grosor de entre 7 y 12 mm, aunque los formatos XXL están en tendencia. Para instalarlo, colócalo directamente sobre la cerámica, piedra, hormigón, madera o cualquier pavimento existente.

¿Qué es lo más barato para poner en el suelo?

Si buscas una solución asequible y de calidad, los suelos vinílicos y de PVC son una excelente alternativa. Por lo general, son económicos, prácticos y fáciles de poner. Como su instalación es sencilla, en la mayoría de los casos se puede colocar directamente sobre el suelo existente, evitando obras y reduciendo aún más los gastos.