Reto de 7 días para ordenar tu casa y tu mente con el método Marie Kondo

Únete al reto de una semana que transformará tu hogar (y tu energía)

Un reto de 7 días inspirado en Marie Kondo para ordenar la casa con calma.

Ordenar no siempre significa deshacerse de cosas, sino aprender a vivir con lo que realmente necesitamos y amamos. Inspirado en el método de Marie Kondo, este reto de 7 días para ordenar la casa propone una forma pausada y consciente de reconectar con los objetos que nos acompañan.

Durante una semana, cada día se dedica a una zona diferente del hogar. Pequeños gestos diarios que, en conjunto, transforman el espacio y la forma en que lo habitamos.

Día 1: El armario, punto de partida

Comienza por la ropa. Sácalo todo: cada prenda, abrigo o accesorio. Tómalos entre tus manos y pregúntate si te hacen sentir bien. Quédate solo con aquello que aporta comodidad, alegría o confianza. Dobla cada prenda con cuidado, crea secciones por color o uso, y deja espacio para el aire y la luz. Un armario ordenado cambia el tono de cada mañana.

Día 2: Libros y papeles, entre lo útil y lo esencial

Los libros, apuntes o papeles suelen acumularse con facilidad. Revisa con calma qué realmente sigues consultando y qué guardas por costumbre. Clasifica por categorías: documentos importantes, papelería de uso y recuerdos. Guarda lo imprescindible en carpetas o cajas, y libera las superficies. La mente se despeja cuando el escritorio también lo hace.

Día 3: La cocina, el corazón del hogar

La cocina es donde más se nota el paso del tiempo y el uso diario. Revisa utensilios, menaje y despensa. Descarta lo duplicado o dañado, agrupa por función (cocinar, servir, almacenar) y guarda lo más utilizado a la vista. Una cocina funcional no solo es más práctica, también invita a disfrutar más del acto de cocinar.

Día 4: El baño, orden y bienestar

En el baño, el exceso suele esconderse en los cajones. Reúne cosméticos, medicamentos y toallas. Revisa fechas, elimina lo que no usas y coloca lo necesario en bandejas o cestas. El orden visual en este espacio tiene un efecto inmediato: transmite limpieza, frescura y equilibrio.

Día 5: El salón, el lugar del descanso

Aquí el reto es emocional. El salón suele ser un reflejo de lo que vivimos. Despeja superficies, revisa libros, adornos o textiles. Quédate solo con lo que hace el espacio más amable y sereno: una manta que reconforta, una vela, una fotografía. Menos es más cuando cada objeto tiene sentido.

Día 6: Objetos personales y recuerdos

Los recuerdos son lo más difícil de ordenar. Fotografías, cartas, dibujos o regalos guardan parte de nuestra historia. No se trata de desechar, sino de elegir con amor qué conservar. Dedica tiempo a revisarlos con calma y busca un modo de conservarlos que los honre: un álbum, una caja o una vitrina especial.

Día 7: Revisión general y energía nueva

El último día, recorre la casa entera. Respira los espacios, abre las ventanas y observa lo que ha cambiado. Verás más luz, más aire y una sensación de calma que se extiende. No es solo orden físico: es equilibrio interior. Celebra el proceso. Has creado un hogar más ligero, funcional y fiel a ti.

Consejos para mantener el orden después del reto

  • Dedica 10 minutos al día a colocar las cosas en su sitio.
  • Practica el “uno entra, uno sale”: si llega algo nuevo, despide algo que ya no usas.
  • Limpia con intención: no solo el polvo, sino también la energía de cada espacio.
  • Haz de cada rutina un ritual: doblar, colocar, cuidar.

No lo olvides. El orden, más que un destino, es una práctica. No busca la perfección, sino la armonía. Cada cosa que conservamos, cada rincón que despejamos, habla de lo que valoramos y de la forma en que elegimos vivir. Siete días bastan para empezar a transformar la casa… y un poco también, a quien la habita.