La esqueixada de bacalao es uno de los grandes manjares de la cocina catalana y, sin duda, un entrante estrella durante los meses de calor. Fresca, ligera y llena de sabor, esta ensalada marinera ha trascendido fronteras y hoy se disfruta también en Portugal y en otros rincones del Mediterráneo, cada uno con sus propias variaciones.
La buena noticia es que preparar una esqueixada auténtica es tan sencillo como gratificante: apenas requiere 15 minutos y muy pocos ingredientes. En nuestra versión añadimos un toque especial con alcaparras y aceitunas Kalamata, aunque, como en toda receta tradicional, las posibilidades de personalización son infinitas y dependen del gusto de quien la prepare.
Receta de esqueixada de bacalao con tomate
Ingredientes para 4 personas
- 400 g de bacalao desalado
- 3 tomates maduros
- 1 cebolleta fresca
- Alcaparras
- Olivas de Kalamata
- Sal
- Pimienta negra
- AOVE

Preparación
1. Desmiga el bacalao y revisa que no quede ninguna espina.
2. Corta la cebolleta y los tomates en trozos pequeños.
3. En un bol, mezcla todos los ingredientes con el AOVE.

4. Deja enfriar en el frigorífico durante 10 min.
5. Emplata y añade por encima las alcaparras y las olivas de Kalamata.
6. Salpimenta al gusto y añade un chorrito más de AOVE.
Una receta con historia
El nombre esqueixada procede del verbo catalán esqueixar, que significa “desgarrar” o “desmenuzar”, y alude al gesto característico de la receta: deshilachar el bacalao a mano en pequeños trozos irregulares, nunca cortarlo con cuchillo. Ese detalle, aparentemente sencillo, es lo que aporta a la preparación su textura única y artesanal.
La esqueixada de bacalao hunde sus raíces en la tradición pesquera mediterránea, donde el bacalao en salazón fue durante siglos un recurso fundamental. Seco y salado, este pescado no solo se conservaba durante largos periodos sin necesidad de refrigeración, sino que además se convirtió en una fuente esencial de proteínas en épocas de escasez. Su consumo fue especialmente habitual en zonas portuarias de Cataluña, el norte de España y Portugal, aunque pronto se extendió a buena parte del Mediterráneo.
Con el tiempo, esta ensalada fresca de bacalao se convirtió en un plato estival por excelencia, ideal para combatir el calor y abrir el apetito. Aunque la receta tradicional se compone de bacalao desalado, tomate, cebolla y un buen aceite de oliva virgen extra, hoy en día es frecuente encontrar variaciones que incorporan ingredientes como pimientos rojos, aceitunas negras o incluso aguacate, que le aportan un aire contemporáneo sin restar autenticidad.
Más que una simple ensalada, la esqueixada es un testimonio de la cocina mediterránea: sencilla, saludable y profundamente ligada al territorio y a la memoria gastronómica de quienes la preparan.