Dormitorios pequeños: así logran los interioristas que parezcan más amplios (y llenos de estilo)

Te contamos cómo transformar pocos metros en un refugio lleno de personalidad

Un dormitorio pequeño no tiene por qué renunciar al confort ni al diseño.

Decorar un dormitorio pequeño puede ser todo un reto. Sobre todo si queremos que se vea ordenado y acogedor, sin que parezca más reducido de lo que ya es. Y es que este tipo de estancias requieren un poco más de nuestro ingenio para aprovechar cada rincón y sacarles el máximo partido sin que estén sobrecargadas. Por eso, es clave usar ideas que combinen estilo y funcionalidad, para convertirlo en un refugio bonito, práctico y relajante.

En este artículo, encontrarás los mejores consejos de los interioristas para optimizar y decorar espacio pequeño. Desde usar colores que crean la sensación de amplitud, a elegir bien los muebles y optar por camas con almacenamiento integrado. Descúbrelas a continuación.

1. Una cama con espacio de almacenaje oculto

Canapé abatible Matters en color beige.

Si el espacio lo permite, elige un modelo de cama de menos 150 cm de ancho. Las camas tipo arcón son ideales, ya que funcionan como un armario horizontal y ofrecen una gran capacidad de almacenamiento. Si buscas una opción más económica, las camas con cajones también son una excelente alternativa, aunque necesitarás entre 50 y 60 cm libres a cada lado para abrirlos cómodamente.

Un consejo práctico: elige soluciones con ruedas para facilitar el deslizamiento y utiliza separadores en los cajones extraíbles más grandes para mantener todo en orden. Este tipo de camas son perfectas para quienes buscan ahorrar espacio y mantener la ropa, ropa de cama y otros objetos organizados y al alcance.

2. Cabeceros minimalistas y decorativos

Cama Anielle de madera maciza de fresno.

En habitaciones pequeñas, un cabecero minimalista es clave para evitar que el espacio se vea saturado. Los diseños ligeros, altos y estrechos son ideales, ya que dirigen la mirada hacia arriba y crean la ilusión de techos más altos. Si buscas algo práctico y decorativo, un cabecero tipo murete de unos 15-20 cm de profundidad es una excelente opción. Puedes usarlo como balda para colocar libros, plantas u objetos decorativos, aprovechando el espacio sin recargarlo.

Otra alternativa es prescindir del cabecero tradicional y colocar una estantería flotante sobre la cama. Este mueble te dará ese ansiado espacio de almacenamiento adicional. Para añadir estilo, reviste la pared con papel pintado y lograrás un efecto de lo más elegante.

3. Respeta las distancias

cama clasica
Dormitorio pequeño con cabecero y cama de madera.

La disposición de los muebles puede transformar por completo la percepción del espacio en un dormitorio pequeño. Cuando no se pueden generar más metros cuadrados, la manera en que distribuyes los elementos tiene el poder de hacer que la habitación se sienta más amplia y funcional. Experimenta con distintas configuraciones para encontrar la más eficiente.

Un consejo práctico es considerar colocar la cama en una esquina. Esto libera más superficie en el centro de la habitación, aunque el acceso a la cama quede limitado por un lado. En muchos casos, el espacio adicional ganado compensa esta pequeña incomodidad.

Además, es fundamental respetar las distancias mínimas de paso para evitar que el dormitorio se sienta abarrotado. Deja al menos 70 cm libres alrededor de los tres lados principales de la cama. Si está frente a un armario, aumenta esta distancia a entre 90 y 100 cm para facilitar el movimiento y garantizar un ambiente más despejado y cómodo.

4. Utiliza una base neutra

Cama desenfundable Jaira de lino y algodón topo.

La disposición de los muebles puede transformar por completo la percepción del espacio en un dormitorio pequeño. Cuando no se pueden generar más metros cuadrados, la manera en que distribuyes los elementos tiene el poder de hacer que la habitación se sienta más amplia y funcional. Experimenta con distintas configuraciones para encontrar la más eficiente.

Un consejo práctico es considerar colocar la cama en una esquina. Esto libera más superficie en el centro de la habitación, aunque el acceso a la cama quede limitado por un lado. En muchos casos, el espacio adicional ganado compensa esta pequeña incomodidad.

Además, es fundamental respetar las distancias mínimas de paso para evitar que el dormitorio se sienta abarrotado. Deja al menos 70 cm libres alrededor de los tres lados principales de la cama. Si está frente a un armario, aumenta esta distancia a entre 90 y 100 cm para facilitar el movimiento y garantizar un ambiente más despejado y cómodo.

5. El armario, tu mejor aliado

Un buen armario con capacidad siempre es una excelente inversión, especialmente si se opta por uno a medida, ya que aprovecharás cada centímetro disponible. Las puertas correderas son ideales para liberar espacio de paso, aunque requieren una profundidad de 63-65 cm, frente a los 55 cm que necesitan las puertas abatibles. Los frentes con cambios de texturas y materiales crean un contraste decorativo, mientras que los lisos pasan más desapercibidos.

Si la habitación también sirve como «despacho», una opción es combinar los armarios con un escritorio, lo que dará un efecto más despejado y menos de bloque. Además, usar espejos y colores adecuados en la decoración puede hacer que la habitación parezca más grande y luminosa, y colgar obras de arte de forma estratégica añade interés al espacio.

6. Cortinas y estores ligeros

Cortina de lino natural con textura suave y caída ligera, ideal para aportar luz y calidez al hogar.

Cuando se trata de decorar ventanas de dormitorios pequeños, el tipo de tela de las cortinas juega un papel importante. Es mejor optar por diseños minimalistas, con colores neutros o patrones sutiles, para mantener una estética elegante y evitar que la ventana se vea recargada. Además, las telas ligeras y aireadas son ideales, ya que aportan luminosidad y no saturan el espacio.

Sin embargo, recomendamos encarecidamente poner estores. Los modelos tipo paqueto o screens, al quedar pegados a la ventana, permiten ahorrar espacio y facilitan la circulación en la habitación. Un truco útil es instalarlos desde el techo en lugar de justo sobre la ventana. El resultado final es mucho más limpio y estilizado.