La lectura es un refugio, un momento que nos regalamos a nosotros mismos y una manera de viajar sin movernos. Nos conecta con mundos imaginarios, nos cultiva y despierta la creatividad, convirtiéndose en un gesto cotidiano lleno de significado. Por eso, los libros que tenemos en casa no son solo objetos, sino una extensión de nuestro interior, una manifestación tangible de lo que valoramos y de lo que nos inspira.
Según el Feng Shui, cada objeto en nuestro hogar tiene una energía que influye en nuestro bienestar. Los libros no son una excepción: representan la sabiduría, el conocimiento y el crecimiento personal. Su ubicación y organización pueden potenciar o bloquear el flujo de energía en cada espacio, ayudando a crear armonía y equilibrio en el hogar. A continuación, presentamos las claves para colocar los libros siguiendo esta filosofía milenaria.
1. La ubicación en el espacio
Cada espacio en la casa interactúa de manera distinta con los objetos que lo habitan. Los libros, asociados a la consciencia y el aprendizaje, encuentran su lugar natural en salas de estudio, bibliotecas o rincones de trabajo, donde su energía favorece la concentración y la creatividad.
El salón también puede ser un espacio ideal, ya que en él se combinan momentos de encuentro, debate y relajación. En cambio, el dormitorio no siempre es aconsejable. Se recomienda no colocar estanterías directamente sobre la cama o lugares de descanso, para no interferir con la energía del reposo.
2. Menos es más
El exceso de libros puede romper la armonía de cualquier espacio. Por eso, es importante conservar únicamente aquellos que nos inspiran y nos acompañan, siguiendo la filosofía de eliminar lo que no nos aporta. Según el Feng Shui, la acumulación de objetos bloquea el flujo de energía, mientras que una selección cuidada potencia la claridad mental y la serenidad.

3. Mantén un orden
El desorden visual es uno de los mayores bloqueadores de energía según el Feng Shui. Ordenar los libros de manera clara, ya sea por tamaño, color o temática, ayuda a mantener el flujo de chi en la habitación y refuerza la sensación de calma y equilibrio. Un espacio organizado transmite tranquilidad y refleja un orden interior coherente con el exterior.
4. El hogar de los libros
Las estanterías son más que un soporte: son parte de la energía que rodea a los libros. Las estanterías abiertas permiten que el chi fluya, mientras que las cerradas pueden atraparlo.
El material de la estantería importa: la madera, asociada al crecimiento y la sabiduría, potencia la energía de los libros, mientras que los elementos metálicos pueden generar un desequilibrio energético. Combinar estanterías de madera con los libros ayuda a reforzar su energía positiva en el hogar.
5. Complementa con otros elementos
La armonía se potencia cuando los libros se combinan con otros objetos que favorecen el flujo de energía. Plantas, espejos, piezas de cerámica o cuadros pueden acompañar los libros en la estantería, aportando equilibrio y serenidad. Esta combinación de elementos permite que cada rincón de la casa se convierta en un espacio lleno de calma, creatividad y bienestar.