Iluminar el recibidor no es solo una cuestión práctica: es la oportunidad de dar la bienvenida con calidez y personalidad. Aunque a menudo se trate de un espacio pequeño, oscuro o de paso, el recibidor es la carta de presentación del hogar, el rincón que anticipa la atmósfera de todo lo que vendrá después.
La luz, bien elegida y dispuesta, tiene el poder de transformar este espacio en un lugar acogedor, luminoso y lleno de carácter. Un recibidor puede pasar de ser un área olvidada a convertirse en un ambiente que invita a quedarse unos segundos más, que sorprende y que refleja el estilo de quienes lo habitan.
A continuación, te compartimos las claves de nuestros interioristas para optimizar la iluminación del recibidor y conseguir que cada entrada al hogar se sienta única.
¿Cuánta luz necesita un recibidor?
Para iluminar correctamente un recibidor, calcula primero su superficie multiplicando el largo por el ancho en metros. Por ejemplo, si tu recibidor mide 3 metros de largo por 1 metro de ancho, tendrás una superficie de 3 m². Para esta área, se recomienda entre 50 y 100 lúmenes por metro cuadrado. Así, para un recibidor de 3 m², idealmente necesitarías entre 150 y 300 lúmenes.
Sin embargo, este cálculo es una referencia básica. Factores como la altura del techo, el color de las paredes y el ambiente que deseas crear también influyen. Combina distintas fuentes de luz, como lámparas de techo, apliques o focos empotrados, para lograr un espacio acogedor y funcional.

¿Qué tipo de luz necesita un recibidor?
El recibidor pide una iluminación que no solo sea práctica, sino también envolvente. La luz cálida es la gran aliada para conseguirlo: crea una atmósfera acogedora que invita a entrar y transmite una sensación inmediata de confort. Lo ideal es optar por bombillas con una temperatura de color entre 2700 y 3000 Kelvin (K), capaces de aportar suavidad, calidez y un punto de serenidad al espacio.
Pero no basta con una sola fuente de luz. La clave está en combinar distintos puntos de iluminación para sumar estilo, funcionalidad y un extra de personalidad. Así, cada rincón del recibidor gana protagonismo y el conjunto se percibe más equilibrado y armónico. A continuación, exploramos las opciones más efectivas para iluminar esta zona del hogar.
Lámparas de techo
Las lámparas colgantes son ideales para recibidores amplios con techos altos. Son tan prácticas como decorativas, y las hay de muchos estilos, medidas y materiales. Si tu recibidor es largo y estrecho, varias en fila ayudarán a iluminar de manera uniforme y a guiar la vista hasta el inicio del pasillo.
Lámparas de mesa
Si la estancia lo permite, una lámpara de mesa encima de una consola es ideal para decorar el recibidor sin ocupar mucho espacio. Nuestras favoritas son las lámparas de mesa con pantalla de tela: crean una luz suave y muy relajante. ¿Cómo? La pantalla tamiza la luz, lo que ayuda a generar una atmósfera cálida y acogedora, ideal para dar una bienvenida agradable al hogar.

Apliques de pared
Los apliques son perfectos para complementar la iluminación principal, especialmente en recibidores pequeños. Los apliques de cristal transparente están de moda, pero pueden deslumbrar si no se usan con moderación. En cambio, los apliques de cristal opal difunden una luz más suave y agradable.
Focos y luces LED empotradas
Para mejorar la sensación de amplitud del recibidor, combina focos y luces LED empotradas en el techo. Los focos LED de 3 W con una apertura de 15 grados son ideales para resaltar cuadros, muebles especiales u otros detalles decorativos, creando una iluminación focalizada y elegante. Al mismo tiempo, las luces LED empotradas en el techo ofrecen una iluminación general y ayudan a elevar visualmente el espacio, un truco perfecto para recibidores largos o con techos bajos.
Además, las luces LED también pueden colocarse en el suelo para guiar el camino con una luz suave y funcional. Existen modelos con sensores de movimiento que se encienden automáticamente, lo que los hace ideales para personas mayores y niños pequeños. Esta luz suave es especialmente útil durante la noche, por ejemplo, cuando te levantas a buscar un vaso de agua.

Espejos para reflejar la luz
Aunque no son focos de luz como tal, los espejos reflejan la luz y amplían visualmente el espacio. Colocar un espejo grande en el recibidor, sobre una consola, puede hacer que este parezca el doble de grande. También puedes agrupar varios espejos pequeños para crear un efecto original muy decorativo.