Cómo iluminar el dormitorio para que parezca más cálido y relajante (y dormir mejor)

Aprende a combinar diferentes puntos de luz para crear atmósferas versátiles y envolventes

La luz adecuada puede transformar por completo un dormitorio.

La iluminación del dormitorio es mucho más que una simple cuestión práctica: es el alma del espacio. Este rincón del hogar es nuestro refugio, donde descansamos, soñamos y recargamos energías. Por estos motivos, requiere de una atención especial iluminarlo con mimo.

Además, hay que tener en cuenta que la luz, cuando se elige adecuadamente, no solo define la decoración, sino que también impacta en nuestro bienestar. Desde los apliques, pasando por la luz del techo hasta la de los armarios, cada elección debe ser pensada para crear el ambiente perfecto para descansar y desconectar.

¿Cómo debe ser la iluminación de la habitación?

La mejor iluminación para un dormitorio es aquella que es suave y relajante. El objetivo es crear un ambiente propicio para el descanso, por lo que evita las luces directas y fuertes, especialmente las luces cenitales sobre la cama, ya que resultan molestas y deslumbrantes a la vista. Además, le restan atención a lo más decorativo de un dormitorio, como son el cabecero, los muebles y la ropa de cama.

Para evitarlo, te recomendamos una iluminación zonificada, que permita destacar áreas específicas sin resultar invasiva. Por ejemplo, iluminar armarios, paredes o cómodas con luces suaves y cálidas, que inviten a la calma y el descanso.

Lámpara de mesa Mercadal de cerámica con acabado negro

Iluminación de la cama

Las lámparas de sobremesa son un elemento imprescindible en cualquier dormitorio. Además de ser funcionales, aportan un toque cálido y acogedor. Si necesitas más luz para leer, los apliques LED de lectura son una excelente opción para reforzar la iluminación sin sobrecargar el espacio. Si prefieres una opción más moderna y elegante, las lámparas colgantes sobre las mesillas liberan espacio y dan un aire contemporáneo al entorno.

Iluminación del armario

Para iluminar el armario, lo ideal es usar focos LED cálidos (alrededor de 7 W) que proporcionen una luz suave. Coloca los focos a unos 25 cm de las puertas y separados entre sí unos 80 cm. Un consejo práctico es instalar los focos una vez tengas el armario montado, para asegurarte de que quedan bien centrados y no produzcan sombras indeseadas debido al diseño de los módulos del armario.

Puedes colocar una lámpara de mesa decorativa sobre repisa.

Cómo elegir la lámpara del dormitorio

La lámpara de techo

Si cuentas con una habitación amplia con techos altos, una lámpara de techo grande y llamativa, puede ser una buena opción para dar personalidad al dormitorio. Sin embargo, si el techo es de altura estándar o incluso bajo, es mejor optar por una lámpara más pequeña que no cuelgue demasiado, para mantener el equilibrio del espacio.

En este sentido, lo recomendable es que la lámpara de techo cuelgue a unos 2,5 metros del suelo. Además, el diámetro de la lámpara debe ser proporcional al tamaño de la cama; es decir, aproximadamente un cuarto o la mitad del ancho de la cama. Al final, estos detalles son los aseguran que la iluminación complemente y armonice con el resto del espacio.

Las lámparas de sobremesa son importantes para iluminar la zona de la cama.

Las lámparas de sobremesa

Además de ser funcionales, las lámparas de sobremesa que colocamos en nuestras mesitas de noche del dormitorio tienen un carácter decorativo muy marcado. En esencia, son perfectas para iluminar rincones oscuros, como el espacio cercano a la cama.

Para un dormitorio que busca promover el relax, es recomendable elegir pantallas textiles en tonos cálidos como ocres, marrones o grises, ya que estos colores favorecen la serenidad y el confort. En cuanto a los materiales, las pantallas opacas concentran más la luz en un área determinada, mientras que las translúcidas ofrecen una luz más suave y ambiental, ideal para crear una atmósfera relajante sin deslumbrar.