He probado el truco japonés para cocinas pequeñas y ahora organizo mis tazas así para ganar espacio

Una forma distinta de guardar las tazas, sencilla y muy eficaz

Un truco japonés que promete ahorrar espacio.

En mi cocina, los armarios no abundan y, como en casi todos los pisos pequeños, las tazas se habían convertido en un pequeño caos. Antes las apilaba unas encima de otras, en torres inestables que siempre acababan tambaleándose. Coger la de abajo era un engorro y, además, tenía miedo de que terminaran rayándose.

Un día descubrí un truco japonés que proponía algo diferente: colocar las tazas en círculo, unas dentro de otras, con las asas hacia fuera. Decidí probarlo y, desde entonces, no he vuelto a la forma antigua de apilarlas.

Cómo organizar las tazas, paso a paso

  1. Elegí el estante adecuado: despejé un hueco con altura suficiente para que las tazas no chocaran con la balda de arriba.
  2. Coloqué la primera taza: la más grande, para que sirviera de base.
  3. Formé un círculo: fui encajando las siguientes, ligeramente desfasadas, hasta que todas quedaron unidas como en rueda, con las asas hacia fuera.
  4. Ajusté el orden: me aseguré de que cada taza quedara accesible sin tener que desmontar el conjunto.

El resultado fue sorprendente. De repente tenía más espacio libre arriba para otros objetos y, sobre todo, la sensación de orden era mucho mayor.

Por qué funciona

Lo que más me gusta de este truco es que cada taza se ve y se agarra con facilidad. Ya no tengo que levantar una pila entera para usar la que quiero. Además, al no estar apiladas verticalmente, se evitan roces fuertes que podrían desgastar la cerámica.

Otra ventaja es que se gana espacio visual. Al estar todas ordenadas en círculo, el estante se ve limpio y armonioso, algo que en una cocina pequeña marca la diferencia.

Lo que aprendí con este truco

  • No necesito más accesorios: no compré estantes extra ni separadores, solo cambié la forma de organizar.
  • La estabilidad mejora: ya no se tambalean como antes.
  • Funciona con la mayoría de tazas: siempre que tengan tamaños parecidos, el círculo se arma sin problema.
  • Menos estrés visual: entro a la cocina y veo orden, no torres inestables.

Un gesto cotidiano que cambia el espacio

Puede parecer un detalle mínimo, pero en una cocina pequeña cada gesto importa. Para mí, este truco japonés ha sido una pequeña revelación. Ahora tengo más espacio, más comodidad y más calma en mi día a día.

Es curioso cómo algo tan simple puede transformar la relación con un objeto cotidiano. Al final, no se trata solo de ordenar tazas, sino de vivir con más ligereza y armonía en casa.