Postre sin horno de limón con galleta María, receta francesa (con vídeo)

Sorprende a tus invitados este verano con una verrine ligera y refrescante, ideal para los días calurosos

La verrine es la opción perfecta para el verano.

Francia es conocida por infinitud de motivos, pero uno de sus puntos fuertes siempre será la cocina. Y, dentro de esta categoría, sus dulces han traspasado todas las fronteras conquistando paladares en todo el mundo. Desde un esponjoso croissant hasta una crêpe con tu topping favorito, el país coronado por la Torre Eiffel cuenta con un recetario dulce inacabable. Entre estas páginas llenas de azúcar, fruta y mantequilla, sobresale un elegante, fresco y sencillo postre que convierte cualquier mesa en un viaje a su país de origen.

La verrine —que en francés literalmente significa “vasito”— fue popularizada en los años 90 por el chef Philippe Conticini, quien revolucionó la manera de presentar postres al servirlos en capas verticales dentro de diminutos recipientes transparentes. Aunque se puede hacer con muchos ingredientes, en este caso, la combinación de limón y frambuesa es un clásico refrescante que combina la acidez vivaz del limón con la dulzura delicada y el color vibrante de las frambuesas.

En esta verrine, cada capa interactúa en equilibrio —la acidez abre el apetito, la cremosidad reconforta y el coulis de frambuesa termina con frescura— cumpliendo a la perfección el concepto de textura y sabor definido por la tradición contemporánea.

Esta receta se puede hacer de distintas formas, con un formato más sencillo, con el que se puede apreciar en el vídeo, o añadiendo alguna capa más para crear y añadir más textura al postre. Así que hoy os dejamos dos opciones, una más rápida y otra un poco más elaborada, pero las dos igual de deliciosas.

Receta de verrine de limón y frambuesa

Ingredientes para 4 verrines

  • 200 gramos de frambuesas naturales
  • 170 gramos de azúcar
  • 150 ml de zumo de limón exprimido y la ralladura de la piel
  • 3 huevos y 2 yemas
  • 80 gramos de mantequilla
  • 80 gramos de galleta María o speculoos

Preparación

Para la base crujiente

  1. Tritura las galletas hasta obtener migas finas.
  2. Derrite 30 gramos de mantequilla y mézclalos con las galletas trituradas hasta formar una mezcla homogénea y consistente.
  3. Repártelo por el fondo de los vasitos transparentes, presionando ligeramente para crear una primera capa sólida.

Para la crema de limón

  1. En un bol, bate los huevos y las yemas junto a 120 g de azúcar, 120 ml del zumo de limón y la ralladura de su piel.
  2. Cocina esta mezcla a fuego lento sin dejar de remover hasta que se forme una masa espesa.
  3. Retira del fuego y añade 50 g de mantequilla hasta que quede una mezcla homogénea.
  4. Deja enfriar.

Para el coulis de frambuesa

  1. En una olla calienta las frambuesas junto a los 50 g de azúcar restantes y a los 30 ml de zumo de limón.
  2. Sin dejar de remover, llévalo a ebullición y cocínalo durante unos 10/15 minutos.
  3. Retíralo del fuego y deja reposar y templar.
  4. Con la ayuda de un colador fino, retira las semillas restantes.

Monta las capas

  1. Sobre la base fría de galleta, vierte una capa de la crema de limón.
  2. Encima, vierte otra capa de coulis de frambuesa.
  3. Lleva el vasito a la nevera y deja refrigerar mínimo durante 1 hora.
  4. Antes de servir, puedes decorar con alguna frambuesa entera en la parte superior o algún otro detalle como una hoja de menta o ralladura de limón.

Cuándo disfrutar de este postre francés

Aunque se trata de un postre sencillo, su presentación lo convierte en una elección ideal para cualquier ocasión, desde una cena familiar hasta un momento especial. Las capas visibles a través del vasito de cristal invitan a disfrutar de cada bocado, donde la combinación de sabores dulces y cítricos se mezcla perfectamente, ofreciendo una experiencia equilibrada y deliciosa.

Este postre no solo cautiva por su sabor, sino también por su estética, convirtiendo el vasito transparente en un pequeño detalle decorativo en la mesa. Ya sea en una reunión informal o una celebración, servirlo en una bandeja de madera aporta un toque natural y acogedor, mientras que unas cucharitas doradas, que hacen juego con las tonalidades del limón, elevan la experiencia.