Los colores ideales para pintar un pasillo según su luz y tamaño (y acertar siempre)

Pasará de ser un lugar olvidado a convertirse en un espacio lleno de carácter y luminosidad

Tonos claros, intensos o contrastados pueden transformar la percepción y hacer que gane amplitud, calidez y estilo.

Cuando pensamos en la decoración de un hogar, a menudo olvidamos ese espacio intermedio e intrascendente: el pasillo. Sin embargo, cada distribuidor tiene más potencial del que imaginamos. El color de sus paredes puede transformar la percepción de nuestro hogar, al hacer que se sienta más amplio, luminoso y acogedor.

Pero, como ocurre con cualquier espacio, elegir el tono perfecto depende de varios factores. ¿Recibe luz natural o es un pasillo más bien sombrío? ¿Es largo y estrecho, o corto, pero espacioso? Antes de empezar, es importante recordar las características de nuestro pasillo. Un espacio brillante y amplio no pedirá lo mismo que uno oscuro y angosto.

Con la ayuda de nuestros interioristas, hemos seleccionado los tonos infalibles para pintar pasillos, aquellos que tienen la capacidad de aportar luz, pero también de envolver con calidez. Una recomendación: si eliges el mismo color para el recibidor y el pasillo, conseguirás un efecto visual de amplitud aún mayor, creando una transición fluida entre ambos espacios.

1. Amarillo: da vida a los pasillos estrechos y oscuros

El amarillo, sobre todo cálido, es una elección ideal para dar nueva vida a un pasillo estrecho y oscuro. Sabemos que estas estancias suelen carecer de luz natural, por lo que elegir colores cálidos y reflectantes es la solución perfecta para multiplicar la luz.

Además, este color desprende una vitalidad que lo convierte en una opción estupenda para pasillos cerrados y desangelados. Sin embargo, es importante no caer en tonos demasiado intensos o chillones. Optar por amarillos suaves y cálidos aportará la luz que necesitas, sin perder esa suavidad que hace que el espacio se sienta acogedor y lleno de vida.

2. Tonos tierra: para pasillos amplios y luminosos

Aunque pueden parecer colores atrevidos, su capacidad para aportar personalidad y carácter al hogar es indiscutible. Sin embargo, al optar por colores más intensos que un blanco o un amarillo, hay un consejo que siempre decimos: elígelos subtonos cálidos. Esto evitará que el espacio se vea demasiado oscuro o frío, especialmente en pasillos más estrechos o con poca luz natural. Asimismo, resultan perfectos para pasillos amplios y luminosos, donde pueden desplegar todo su potencial sin abrumar.

Pasillo decorado en tonos neutros con consola modelo Licia.

3. Tonos neutros: perfecto para crear contrastes

A veces, menos es más. Especialmente en el pasillo. Si tienes dudas sobre qué color elegir para el tuyo, una apuesta segura que nunca pasará de moda son los colores neutros como el gris. Encajan especialmente bien en pasillos oscuros o en aquellos que conectan muchas estancias. Nada más dejar atrás el recibidor, estos colores suaves te ayudarán a despejar la mente y relajarte, como si de un respiro del ajetreo se tratase.

Además, una base neutra te ofrece la libertad de ser creativo en otras cosas, como con el mobiliario, los cuadros o las texturas. Un extra: si quieres darle un toque especial a tu pasillo, añade un zócalo o arrimadero a media altura con otro color más oscuro o vibrante con tal de generar contraste.

4. Blanco: en pasillos estrechos o sin ventanas

Si tu pasillo no cuenta con ventanas y es algo sombrío, el reto principal es combatir la oscuridad. La solución más sencilla y efectiva desde tiempos inmemoriales: el blanco. Este color tiene la capacidad de multiplicar la luz, ampliando visualmente el espacio, algo esencial en pasillos estrechos o sin ventanas.

Además, al tratarse de un color neutro, ofrece también un lienzo en blanco para que puedas decorar con cuadros, espejos y detalles que le den carácter y calidez. Una opción segura que nunca falla, y te permitirá aprovechar al máximo el espacio.

5. Beige y crema: crea pasillos serenos y luminosos

El beige, como el blanco, es otro neutro clásico, pero con un plus: su matiz cálido te envuelve y reconforta. Es un color que no cansa, que combina con todo y que, acompañado de una buena iluminación, amplia visualmente el espacio. Lo mismo con el crema, perfecto para crear pasillos serenos y luminosos. Además, combinados con un techo blanco, aportarán frescura; pero si buscas un efecto más acogedor, pinta también el techo en el mismo tono para lograr un efecto aún más envolvente.

Los tonos crema y beige también funcionan como un telón de fondo perfecto para destacar otros elementos decorativos. Añadir pinceladas de color, como un amarillo suave en un cuadro, un jarrón o unas flores frescas, puede ser todo lo que necesitas para dar vida a tu pasillo sin romper su calma.

Un rincón que cobra vida con la calidez de la luz y el arte abstracto.

6. Negro: una opción elegante para pasillos amplios

El negro, cuando se usa con equilibrio, puede ser una elección elegante para pasillos amplios y bien iluminados. Lejos de oscurecer, aporta profundidad, carácter y un aire sofisticado. Eso sí, combínalo siempre con blanco para mantener el equilibrio y no restar luz al espacio.

Una forma práctica y estilosa de incorporarlo a un pasillo es a través de un arrimadero o zócalo. Además de dar un toque interesante al espacio, te ayudará a disimular rozaduras y manchas en esa zona. Para un acabado aún más sofisticado, añade detalles en dorado: apliques, marcos o accesorios que aporten luz y contraste.

7. Verdes y azules: transmiten calma y equilibrio

Cuando el pasillo es oscuro, incluso teniendo ventanas -pero apenas dejan pasar la luz-, los verdes y azules suaves se convierten en una excelente alternativa al blanco de siempre. Estos tonos, frescos y agradables, transmiten calma y equilibrio, algo perfecto para los espacios de paso.

Ideales para dar un aire más acogedor que los tradicionales neutros, los verdes y azules claros ayudan a suavizar la falta de luz natural. Además, imprimen un carácter sutil, pero con personalidad, perfecto para quienes buscan un cambio delicado, relajante y con estilo.

8. Colores intensos: para evitar un pasillo frío

Por último, tonos como el azul petróleo, el morado, el mostaza o el verde pino son tus mejores aliados para evitar un pasillo frío y desangelado, ya que son colores con presencia que infunden verdadera personalidad al ambiente.

Luego, completa el acabado con detalles decorativos: cuadros o fotografías con un toque artístico, una consola con adornos bien escogidos, y una iluminación suave que acompañe sin deslumbrar. Así, tu pasillo dejará de ser un simple tránsito para convertirse en una extensión viva y expresiva de tu hogar.