Hay manchas que llegan sin avisar: una gota de café justo antes de salir de casa con prisas, una mancha de vino en tu camisa favorita durante una cena con amigos o una salpicadura de aceite mientras cocinas. Sea en la situación que sea, pocas veces estamos preparados para ello, pero eso no significa que no podamos ponerle remedio y «salvar» nuestras prendas.
Es por eso que existen algunos trucos infalibles que, más allá de los productos que podemos encontrar en el supermercado, pueden ayudar a solventar de forma rápida y sencilla nuestro pequeño accidente con cosas que, de forma habitual, podemos tener en casa. Eso sí, el primer consejo y más genérico -que aplica a cualquier mancha- siempre será la rapidez: actúa cuanto antes para evitar que la mancha se impregne, ya que entonces será más difícil de erradicar.
Cómo quitar manchas de vino
Las manchas de vino se caracterizan por tener un color intenso y ser difíciles de sacar. Además, parece que siempre aparecen en el momento menos indicado. Pero que sean difíciles de quitar no es sinónimo de imposible. Cuanto antes se actúe, mejor. Ya que es más manejable eliminar la mancha cuando todavía está húmedo. Además, es muy importante no frotar, sino secar. Con la ayuda de un paño húmedo hay que retirar el acceso intentando no extender la mancha.
Debes tener en cuenta que cada superficie tiene que tratarse de una manera diferente y hay productos que actúan mejor en unas que en otras. De todas formas, el bicarbonato siempre suele ser una apuesta segura. Al aplicarlo encima de la mancha, absorbe el líquido con facilidad y ayuda a reducir el pigmento. Y si tienes la posibilidad, moja la prenda en agua fría -no caliente, ya que eso fija la mancha- con unas gotas de detergente especial para piezas delicadas.
Cómo quitar manchas de café
De la misma forma que pasa con el vino, el café también tiene un color fuerte y oscuro que hace que la mancha, por muy pequeña que sea, se haga más vistosa. Puede que sea uno de los aromas más placenteros por la mañana, pero por ningún motivo lo queremos encima el resto del día.
Para eliminar una mancha de café hay que dar la vuelta a la prenda y remojar la parte sucia en agua fría para evitar que se fije. Luego, con una mezcla de vinagre y jabón, hay que aplicar la solución encima de la mancha y dejar actuar por unos 15 minutos, antes de ponerla a lavar por completo. Pero si lo que te has encontrado es una mancha antigua, el remedio está en mezclar unas gotas de amoníaco con glicerina y, con el mismo procedimiento, aplicarlo encima de la mancha -pero solo si el tejido lo permite.
Cómo quitar manchas de aceite o grasa
Quizás esta no es de las más frecuentes, pero sí que se convierte en uno de los adversarios más tenaces. Para esta situación existen dos soluciones muy eficaces. Por un lado, para tejidos resistentes, echar una gota de lavavajillas justo encima de la mancha y dejar actuar hasta poner la prenda en la lavadora.
Por otro lado, puedes aplicar un puñado de maicena o talco y esperar a que absorba la mancha de grasa durante una hora. Para después cepillar con suavidad la zona afectada y eliminar los excesos y la suciedad.
El kit infalible para manchas accidentales
Las manchas en casa son habituales, ya sea en la ropa o en los tejidos de algunos de los muebles repartidos por las salas –como el sofá, uno de los grandes afectados. Y, como venimos diciendo, uno de los primeros consejos para combatirlo es la rapidez.
Por eso hay que estar preparado para cualquier situación, y algo que puede ser de gran ayuda es tener un kit organizado en casa con las cosas básicas necesarias para hacer frente a estas situaciones de forma rápida, ágil y eficaz. Así, con el conocimiento del tratamiento de cada mancha en particular, podrás escoger lo que sea necesario.
Qué debe incluir el kit de limpieza
- Un frasco con bicarbonato
- Un pulverizador con una mezcla de agua y vinagre en su interior
- Un frasco con jabón líquido para prendas delicadas
- Un paño limpio
- Un cepillo de cerdas naturales
Así de sencillo. Con este kit, estarás listo para enfrentarte a cualquier mancha de forma eficaz y sin estrés. Prevenir, actuar con rapidez y saber qué producto usar es la clave para mantener tus prendas y muebles como nuevos.