Septiembre siempre llega con aire de comienzo. Vuelta a la rutina, nuevos proyectos y la sensación de que empieza un ciclo distinto. También en casa. Después de un verano de ropa ligera, planes improvisados y cierta flexibilidad en el orden, este mes invita a poner calma: a revisar lo que tenemos, guardar lo que ya no usamos y preparar el armario (y el hogar) para la nueva temporada. Aquí tienes una checklist práctica para empezar septiembre con orden y con la sensación de que todo está en su sitio.
1. Limpieza a fondo del armario de verano
La mejor forma de empezar el cambio de temporada es con un armario despejado. No basta con apartar lo que ya no usarás hasta el año que viene: este es el momento perfecto para hacer limpieza a fondo y tomar decisiones conscientes. Vacía el armario por completo y observa cada prenda con atención.
- Lava y plancha las prendas que quieras conservar, para guardarlas listas y sin manchas.
- Sé honesto/a: si no la usaste en toda la temporada, probablemente ya no la necesitas. Dona o regala para darles una segunda vida.
- Agrupa por categorías: vestidos, tops, sandalias… así será más fácil visualizar lo que realmente merece quedarse.
Recuerda, un armario aligerado no solo ahorra espacio: también aporta una sensación de calma y orden mental.
2. Cómo almacenar la ropa ligera sin que se estropee
No hay nada más frustrante que abrir la caja del verano siguiente y encontrar ropa con olores, manchas o deformada. Por eso, el almacenamiento es tan importante como la limpieza. Guardar bien significa alargar la vida de cada prenda y volver a encontrarlas impecables cuando el calor regrese.
- Usa fundas transpirables para vestidos y prendas delicadas. Evitan que cojan polvo y dejan pasar el aire.
- Guarda bolsos, sandalias y accesorios en cajas etiquetadas para tener todo localizado.
- Añade bolsitas de lavanda o bloques de cedro: mantienen la ropa fresca y protegen de la humedad y las polillas.
Con estos pequeños gestos, el próximo verano te regalarás la satisfacción de reencontrarte con prendas cuidadas y listas para usar.
3. Revisión de objetos olvidados durante el verano
Cada temporada revela lo que realmente usamos y lo que no. Seguro que, al revisar tu armario o tus cajones, encuentras prendas u objetos que han pasado meses intactos. Este es el momento de decidir qué merece quedarse.
- Haz una pila con lo que no usaste en todo el verano.
- Pregúntate si sigue teniendo valor para ti o si simplemente ocupa espacio.
- Decide si guardarlo, donarlo o reciclarlo.
Este ejercicio sencillo, recomendado por Marie Kondo, libera espacio y ayuda a empezar septiembre con mayor ligereza. Porque un hogar ordenado no es el que más cosas guarda, sino el que conserva solo lo que realmente suma.
4. Preparar el armario para el otoño
Con espacio despejado, es hora de dar la bienvenida a la nueva temporada. Adelantar la ropa de entretiempo te permite ganar comodidad en el día a día y evita el caos de las mañanas con prisas. Un armario preparado te acompaña en el cambio de estación con calma y practicidad.
- Coloca en primera línea las prendas de entretiempo: chaquetas ligeras, pañuelos y las primeras botas.
- Revisa lo que tienes y haz lista de lo que falta: así podrás planificar tus compras antes de que llegue el frío.
- Organiza por categorías: ropa de diario a mano y prendas menos usadas en un segundo plano.
5. Orden y bienestar: más allá de la ropa
El checklist de septiembre no acaba en el armario. La vuelta a la rutina es la oportunidad perfecta para revisar otros rincones de la casa y dejar todo en orden. Porque más allá de la ropa, un hogar organizado crea el ambiente perfecto para afrontar la temporada con energía y claridad.
- Textiles del hogar: revisa mantas, fundas y cojines. Lávalos, guárdalos o cámbialos para dar un aire fresco al salón o al dormitorio.
- Despensa y cocina: limpia, revisa fechas de caducidad y organiza alimentos. Este gesto simple ahorra tiempo y evita desperdicios.
- Espacio de trabajo o estudio: ordena papeles, revisa el material y prepara tu mesa para los nuevos proyectos.
Un checklist de septiembre no es solo una lista de tareas, es un ritual de transición. Una forma de despedir el verano, aligerar el hogar y preparar cada rincón para la nueva temporada. Empezar septiembre con orden es empezar con la mente despejada y el corazón abierto a todo lo que está por venir.