Hay recetas que huelen a hogar, a tardes tranquilas y a meriendas compartidas. El bizcocho 1, 2, 3 es una de ellas. Sencillo, rápido y con ingredientes que siempre tenemos en casa, este clásico de la repostería casera nunca falla. Su nombre hace honor a su equilibrio perfecto: una medida de yogur, dos de azúcar y tres de harina. Con esta fórmula infalible, el resultado es un bizcocho esponjoso, dorado y con ese sabor de toda la vida que reconforta desde el primer bocado.
En esta versión adaptada para molde de rosca, el bizcocho adquiere una presentación aún más bonita y una cocción uniforme. Ideal para desayunos lentos o meriendas, se puede aromatizar con ralladura de limón, naranja o un toque de vainilla. Solo necesitas unos minutos de preparación para conseguir un dulce que llena la casa de aroma y calidez, como esos postres que siempre apetecen, sin importar la estación del año.
Bizcocho 1, 2, 3 para molde de rosca (tipo bundt cake)
Ingredientes
(Usa siempre el vasito del yogur como medida)
- 1 yogur natural (125 g)
- 1 medida de yogur de aceite de oliva suave o de girasol
- 2 medidas de azúcar
- 3 medidas de harina de trigo tamizada
- 3 huevos grandes
- 1 sobre de levadura química (16 g, tipo Royal)
- 1 cucharadita de esencia de vainilla o ralladura de limón o naranja
- Una pizca de sal
(Opcional) Azúcar glas para decorar
Preparación paso a paso
- Precalienta el horno: enciéndelo a 175 °C, calor arriba y abajo (sin ventilador si tu horno tiene esa opción). Engrasa bien el molde de rosca con mantequilla y un poco de harina, o usa spray desmoldante para evitar que se pegue.
- Mezcla los ingredientes húmedos: en un bol grande, bate los huevos con el azúcar durante 2–3 minutos, hasta que doblen su volumen. Añade el yogur, el aceite y la vainilla o ralladura; mezcla hasta integrar.
- Incorpora los ingredientes secos: tamiza la harina, la levadura y la sal directamente sobre la mezcla anterior. Remueve suavemente con una espátula o varillas manuales, con movimientos envolventes, hasta que la masa quede homogénea y sin grumos.
- Vierte y hornea: echa la mezcla en el molde de rosca, nivelando la superficie. Hornea durante 40–45 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, éste salga limpio.
- Deja enfriar y desmolda: espera 10 minutos antes de desmoldar. Después, colócalo sobre una rejilla para que se enfríe completamente. Espolvorea con azúcar glas antes de servir.
Consejos extra para un bizcocho perfecto
- Usa ingredientes a temperatura ambiente: los huevos y el yogur deben estar fuera del frigorífico.
- Si quieres una miga aún más esponjosa, añade una cucharada de maicena sustituyendo parte de la harina.
- Para darle un toque diferente, mezcla en la masa un poco de canela, ralladura de cítricos o pepitas de chocolate.
- Este tipo de molde distribuye el calor de forma uniforme, por lo que el bizcocho se cuece por dentro sin resecarse.
Un bizcocho alto, suave y dorado, con una textura esponjosa que recuerda al clásico bizcocho de abuela. Perfecto para acompañar un café, una merienda de domingo o incluso para usar como base de una tarta casera.