El sofá siempre ha sido mucho más que un mueble: es el lugar donde descansamos al final del día, donde compartimos conversaciones y donde lo cotidiano se transforma en recuerdo. Para muchos —también para mí— es el corazón del hogar. En 2026, lo miramos con una nueva sensibilidad: como una pieza que equilibra belleza, confort y armonía a través de texturas envolventes, formas suaves y materiales que respiran calma.
Los sofás abrazan las curvas, los volúmenes redondeados y los tejidos naturales, reflejando un deseo compartido de vivir en espacios más humanos, ligeros y acogedores. Este año, más que nunca, los salones se llenan de serenidad: lugares donde habitar se siente como un gesto de descanso y pertenencia.
1. Sofá Martina: una curva que abraza
El sofá Martina es un homenaje a la delicadeza de las formas orgánicas. Sus líneas sinuosas y volúmenes curvos lo convierten en una pieza escultórica, pero también profundamente cómoda. Tapizado en un tejido efecto borreguito de tacto cálido, perfecto para el otoño-invierno, y elaborado en poliéster reciclado, transmite la sensación de un abrazo envolvente.
Está disponible en varias medidas —desde butaca hasta sofá cama— y en colores como verde, negro o crudo, adaptándose a diferentes estilos de vida y hogares. Su silueta redondeada encaja a la perfección en salones modernos, mediterráneos e incluso rústicos, aportando siempre una nota de calma.
2. Sofá Blok: estructura ligera
El sofá Blok es el equilibrio perfecto entre estructura y ligereza. Sus líneas generosas, unidas a unas patas de efecto invisible, crean una sensación de amplitud que transforma el salón en un espacio más moderno y elegante. Su tapizado es de chenilla efecto bicolor, con tratamiento antimanchas, lo que garantiza belleza y funcionalidad a partes iguales: un simple paño humedecido devuelve al sofá su aspecto impecable.
Además, su diseño modular es tan versátil que permite elegir medidas, acabados y orientación de la chaise longue. El ejemplo perfecto de cómo los muebles curvos también aportan comodidad y practicidad en el día a día.
3. Sofá Lares: tecnología que se adapta a tu forma de descansar
El sofá Lares 3 plazas redefine el confort contemporáneo al unir diseño, funcionalidad y tecnología en una pieza única. Sus asientos deslizantes motorizados y los cabezales reclinables manuales permiten encontrar la postura perfecta en cada momento del día. Cada movimiento puede ajustarse con precisión, ya sea mediante un mando inalámbrico o desde una aplicación con conexión Bluetooth.
Tapizado en una chenilla beige de textura aterciopelada, ofrece una sensación suave y envolvente al tacto. Este tejido, resistente a la luz y al uso cotidiano, puede lavarse fácilmente en programa delicado, conservando su aspecto impecable con el paso del tiempo. El sofá Lares refleja un compromiso real con la calidad y el respeto por el entorno. Una pieza que combina tecnología y calidez, pensada para acompañar cada pausa con serenidad y elegancia.
4. Sofá cama Laira: purto confort y funcionalidad
El sofá cama Laira demuestra que comodidad y practicidad pueden ir de la mano. Su tapizado en chenilla de alta calidad y su sistema de apertura lo convierten en una solución útil y elegante para hogares donde cada metro cuenta.
De líneas redondeadas y proporciones generosas, se transforma en cama de manera sencilla. También está disponible en varios colores —del beige al verde— y se adapta tanto a un salón contemporáneo como a un espacio más clásico. Una pieza pensada para quienes buscan un sofá que acompañe diferentes momentos del día y de la vida.
5. Sofá Neom: el sofá modular perfecto
Neom es la definición de versatilidad. Su diseño modular de formas redondeadas permite configurar combinaciones infinitas, desde un sofá compacto hasta composiciones amplias para familias numerosas. Con sus volúmenes generosos y ángulos suaves, es un modelo que transmite fluidez y calma, creando un salón que invita tanto a la intimidad como a compartir momentos. Disponible en colores como mostaza, crudo o azul marino, es una pieza central que siempre llama la atención.
Más allá de estilos o modas pasajeras, el sofá seguirá siendo el corazón del hogar. Un refugio donde el cuerpo descansa y la mente se detiene, donde las formas, los tejidos y los silencios dialogan con nuestra manera de vivir. Estas piezas nos recuerdan que el verdadero diseño no busca llamar la atención, sino acompañar el día a día con belleza, funcionalidad y esa serenidad que solo se encuentra en lo atemporal. Cada vez que nos sentamos en él, volvemos —sin darnos cuenta— a casa.