Ya sea para desayunar, merendar o darte ese capricho dulce después de cenar, un dulce casero siempre tiene algo de reconfortante. Y si es de chocolate, aún más. Esta tarta de chocolate negro con peras y nueces combina lo mejor de tres mundos: la intensidad del cacao, la jugosidad de la fruta y el toque crujiente de los frutos secos.
¿El resultado? Una textura suave y húmeda, con aromas profundos y un sabor equilibrado, ideal para empezar el día con energía o acompañar una tarde tranquila con café o té. Más que un postre, es un pequeño ritual de felicidad compartida.
Ingredientes
- 3 peras maduras pero firmes
- 150 g de chocolate negro (mínimo 70 % de cacao)
- 125 ml de aceite de oliva virgen extra
- 120 g de azúcar moreno
- 125 g de harina de almendra
- 1 cucharada de cacao en polvo
- 1 cucharada de extracto de vainilla
- 3 huevos
- 60 g de nueces
Preparación
- Precalienta el horno a 180 ºC: coloca papel vegetal en el fondo de un molde para evitar que la tarta se pegue.
- Prepara las frutas y el chocolate: pela y corta las peras en cubos pequeños. Trocea también el chocolate en virutas y reserva ambos ingredientes.
- Mezcla la base: en un bol, combina el aceite de oliva con el azúcar moreno hasta obtener una masa homogénea. Añade los huevos uno a uno, batiendo con suavidad. Incorpora el cacao en polvo y el extracto de vainilla, y mezcla nuevamente.
- Integra la harina de almendra: agrega la harina de almendra y mezcla con una espátula, realizando movimientos envolventes hasta que quede una textura uniforme.
- Añade la fruta y el chocolate: incorpora los cubos de pera y las virutas de chocolate a la masa, mezclando con cuidado para repartir bien los ingredientes sin romper la fruta.
- Prepara la cobertura de nueces: en otro bol, trocea las nueces y mézclalas con dos cucharadas de azúcar moreno, una de cacao en polvo y una de aceite de oliva. Este paso aportará el toque caramelizado y crujiente.
- Monta y hornea: vierte la masa en el molde y distribuye por encima la mezcla de nueces, creando una capa uniforme. Hornea durante unos 35 minutos, hasta que el bizcocho esté esponjoso y la superficie dorada y crujiente.
- Deja enfriar: saca del horno y deja reposar al menos 20 minutos antes de desmoldar. El aroma llenará la cocina de una calidez irresistible.
Cómo servirla y con qué acompañarla
Esta tarta tiene una belleza sencilla. Las nueces caramelizadas en la superficie contrastan con la suavidad del bizcocho y el brillo oscuro del chocolate. Puedes servirla templada o a temperatura ambiente, según prefieras resaltar el sabor del cacao o la jugosidad de la pera.
Para la presentación, una fuente de cerámica artesanal o una tabla de madera natural, reforzará su aire orgánico y acogedor. Acompáñala con una cucharada de yogur griego o un helado de nata para equilibrar la intensidad del chocolate y añadir frescura. Si buscas un toque más aromático, unas virutas de piel de naranja o unas hojas de menta fresca aportan el contrapunto perfecto.
Un postre para disfrutar sin prisa
Esta tarta de chocolate, peras y nueces encierra la esencia de la repostería casera: ingredientes sencillos, una preparación relajada y el placer de compartir. Es un dulce que invita a detenerse, a disfrutar del aroma que inunda la cocina y del sonido crujiente al partir la primera porción.
Ideal para acompañar una charla tranquila o cerrar una comida especial, porque en su sencillez reside su encanto: ese sabor que reconforta, envuelve y convierte un instante cotidiano en algo memorable.