La autora que revolucionó nuestros armarios con su famoso método KonMari ha vuelto con una propuesta más profunda y personal. En su libro El método Kurashi: Cómo organizar tu espacio para crear tu estilo de vida ideal, Marie Kondo redefine su visión del orden y nos invita a mirar más allá de los objetos.
“¿Esto me provoca alegría?” sigue siendo la pregunta clave, pero ahora se extiende a todo lo que forma parte de nuestra vida: rutinas, relaciones, espacios y decisiones. Kurashi —que en japonés significa «modo de vida»— nos propone reflexionar sobre qué es lo que verdaderamente nos hace sentir bien, y cómo ese bienestar puede reflejarse tanto dentro como fuera de casa.
Lejos de imponer una disciplina rígida, este método nos anima a elegir con intención, a vivir con propósito y a crear entornos que nos acompañen, nos representen y nos hagan disfrutar del presente.
1. Orden no solo en casa, también en la vida
Kurashi empieza en casa, pero no se queda ahí. Este enfoque parte de una pregunta sencilla, pero poderosa: ¿qué quiero para mí y cómo puedo rodearme de lo que lo representa?
A través del orden consciente, este método nos enseña a poner claridad en nuestras prioridades y a transformar también la manera en que estructuramos nuestros días, nuestro tiempo y nuestras decisiones. Porque una vida ordenada es mucho más que una casa recogida: es una vida alineada con lo que verdaderamente importa.
2. El orden cambia, como tú
Una de las enseñanzas más valiosas del método Kurashi es su flexibilidad. A diferencia de métodos más cerrados, aquí no hay normas inamovibles. Lo que hoy te hace feliz puede no ser lo mismo dentro de unos meses, y está bien. El orden también se transforma con tus etapas vitales.
Por eso, este enfoque anima a escucharte y a adaptar tus espacios y rutinas a lo que necesitas en cada momento. Tu hogar —igual que tu vida— puede y debe evolucionar contigo.

3. El tiempo también se ordena
Kurashi nos recuerda que el tiempo es uno de los bienes más valiosos que tenemos. Saber a qué queremos dedicarlo, con quién compartirlo y cómo distribuirlo forma parte del ejercicio de priorizar.
Desde esta mirada, ordenar ya no es solo guardar mejor, sino también vivir mejor: identificar lo que te aporta valor y ponerlo en el centro. Así, también sabrás qué tipo de entorno necesitas para apoyarte en ese propósito, desde un rincón de lectura hasta una cocina funcional o una zona de descanso que invite al bienestar.
4. Agradece lo que ya forma parte de tu vida
Este método también tiene un componente emocional: la gratitud. Agradecer lo que tienes, lo que ya has creado, el entorno que te acompaña. Pararte, mirar a tu alrededor y reconocer todo lo que sí está alineado contigo.
No se trata solo de avanzar hacia el ideal, sino de valorar también el proceso. Kurashi pone el foco en vivir con más presencia, y eso implica agradecer los pequeños logros cotidianos y lo que ya te rodea.
Una invitación de Marie Kondo a vivir con más intención
Kurashi no es un manual para perfeccionistas ni una receta cerrada. Es una invitación a vivir con más intención, a construir un estilo de vida donde el orden sea una consecuencia natural de saber quién eres y qué te hace bien.
Y como todo lo que tiene alma, empieza por casa: por diseñar un entorno que te inspire, te calme y te acompañe. Porque un hogar ordenado no es el que está impecable, sino aquel donde cada cosa —y cada momento— tiene sentido.