Ordena tu cocina con el método KonMari: 4 claves para ganar espacio y bienestar diario

Aplicar el método KonMari en la cocina no solo te ayuda a mantener el orden, también transforma la rutina diaria en una experiencia más cómoda, funcional y agradable

Una cocina ordenada con el método KonMari
Cuando todo está en su lugar, cocinar y compartir se vuelve más fácil y agradable.

La cocina es mucho más que un lugar donde se preparan las comidas. Es punto de encuentro, rincón de conversaciones improvisadas y escenario de momentos cotidianos que acaban convirtiéndose en recuerdos. Pero, precisamente por su uso constante, también es uno de los espacios donde más cuesta mantener el orden.

Utensilios acumulados, especias a medio clasificar, cajones llenos sin lógica aparente… ¿Te suena? Para ponerle remedio, el método KonMari, creado por la experta en orden Marie Kondo, ofrece una solución sencilla y transformadora: conservar solo aquello que realmente usamos y que nos aporta alegría, y dar a cada cosa un lugar concreto.

Aquí te contamos cómo aplicar sus principios en la cocina, paso a paso, para convertir este espacio esencial del hogar en un lugar más funcional, despejado y agradable.

1. Dedica un día solo a ordenar

El primer paso es marcar un día entero en el calendario para dedicarlo exclusivamente a ordenar la cocina. No lo hagas por tramos ni a medias: según el método KonMari, el orden verdadero empieza cuando se hace de forma consciente y sin interrupciones.

Aprovecha para involucrar a quienes viven contigo. Así, además de aligerar la tarea, podréis establecer un sistema conjunto que todos comprendan y respeten.

2. Saca todo y decide qué se queda

Llega el momento de vaciar todos los armarios, cajones y estantes. Extiende su contenido sobre una superficie amplia y empieza a revisar objeto por objeto. Pregúntate si realmente lo usas, si está en buen estado y —siguiendo el principio básico de este método— si te aporta una sensación de utilidad o alegría.

Deshazte sin culpa de aquello que esté roto, duplicado o que nunca usas. Aligerar el espacio físico también libera espacio mental.

3. Un lugar claro para cada cosa

Puedes almacenar las especias en botes de cristal. Créditos: Kave Home.

Una vez hecha la selección, llega el momento de redistribuir el contenido de forma lógica y práctica. Ordena por categorías o frecuencia de uso: los objetos más usados deben estar a la vista o en los cajones más accesibles; los menos frecuentes, en estantes altos o rincones más apartados.

Algunos consejos útiles

  • Tuppers: guárdalos en vertical, con las tapas separadas como si fueran libros. Esto te permitirá ver de un vistazo qué tienes.
  • Cazuelas y ollas: aplica el mismo sistema que con los tuppers, apilando por tamaño y usando separadores si es necesario.
  • Especias y pasta: guarda los ingredientes secos en botes de cristal con etiquetas. Es práctico, higiénico y estéticamente agradable.
  • Utensilios pequeños: organízalos en cajas o bandejas por tipo de uso.
  • Productos de limpieza: resérvales un armario aparte —preferiblemente bajo el fregadero— para evitar mezclarlos con alimentos o menaje.

4. Encimeras despejadas, mente despejada

Es importante mantener la encimera despejada para poder cocinar con tranquilidad. Créditos: Kave Home.

La encimera es el centro operativo de la cocina. Cuanto más despejada esté, más fluido y agradable será cocinar en ella. Deja a la vista solo lo esencial: un frutero, un recipiente para los utensilios de uso diario o una cafetera si la utilizas cada mañana.

Evita acumular objetos que interrumpan el movimiento o que no formen parte de tu rutina habitual. La ligereza visual también es parte del orden.

Una cocina más ordenada es una cocina más habitable

El orden en la cocina no es solo cuestión de estética: es una forma de cuidar el espacio donde compartimos, cocinamos y nos nutrimos cada día. Aplicar el método KonMari no requiere grandes inversiones, solo un poco de tiempo, atención y la voluntad de rodearnos solo de lo que realmente nos sirve. Lo demás, sobra.