Si el salón es el corazón del hogar, el sofá es el alma de ese espacio. Es el lugar donde nos relajamos tras un día largo, el epicentro de momentos compartidos con amigos o en pareja, o el refugio perfecto para perderse en una buena lectura. El sofá se convierte, sin duda, en una de las piezas más esenciales de la casa, el rincón en el que más tiempo pasamos durante nuestros ratos de descanso.

Por ello, no es sorprendente que sea uno de los muebles que más desgaste sufre con el uso diario, especialmente si tiene tela como material principal. Y si en casa tienes compañeros peludos, el desgaste puede ser aún mayor. Manchas, suciedad o el paso del tiempo son inevitables, pero saber cómo cuidar y limpiar tu sofá de tela de manera adecuada puede hacer una gran diferencia en su durabilidad y apariencia.

Aunque pueda parecer una tarea complicada, en realidad es más sencillo de lo que parece. Con una limpieza profunda cada seis meses, evitarás la acumulación de polvo, ácaros y esa «suciedad invisible» que no vemos, pero que está ahí. Si sigues esta sencilla guía de consejos de limpieza conseguirás mantener tu sofá de tela impecable, prolongando su vida útil sin demasiado esfuerzo.

1. Analiza el tipo de tela

No todos los materiales se limpian de la misma manera. El primer paso para limpiar un sofá de tela es realizar una pequeña inspección, comenzando por revisar las instrucciones del fabricante. Estas indicaciones son clave para entender cómo tratar el sofá de manera correcta y evitar daños.

Algunos sofás cuentan con fundas extraíbles que se pueden lavar a máquina, mientras que otros requieren un lavado a mano. Si las fundas son delicadas o el sofá necesita limpieza en seco, es fundamental seguir las recomendaciones específicas para garantizar que el proceso no afecte la tela. Tomarse el tiempo para identificar el tipo de material y las recomendaciones del fabricante ayudará a mantener el sofá en buen estado y evitar daños innecesarios.

2. Aspira de forma regular

Una vez que conoces el tipo de material y la forma adecuada de limpiarlo, hay un paso previo que debe hacerse de manera constante: aspirar. El sofá, siendo una de las piezas más utilizadas del hogar, es también una de las que más suciedad acumula con el tiempo. Entre el polvo, los ácaros y las impurezas que se transfieren de la ropa que traemos de la calle, es fácil que se llenen de partículas invisibles a simple vista.

Para mantenerlo limpio, es esencial aspirar regularmente, asegurándose de retirar los cojines y aspirarlos por separado. No olvides limpiar las esquinas, la parte trasera y, si el sofá está cerca de la pared, desplázalo para alcanzar todas las zonas, incluidas las patas y la parte inferior, donde las pelusas tienden a acumularse. Este hábito no solo ayudará a mantener tu sofá más limpio, sino también a reducir la cantidad de ácaros y otras impurezas.

3. Trata las manchas enseguida 

El sofá está expuesto a una gran variedad de manchas: desde restos de comida, huellas de calzado, hasta las marcas dejadas por los niños jugando. Aunque no siempre podemos evitarlo, sí podemos minimizar el daño actuando rápidamente. La clave está en tratar las manchas lo antes posible para reducir el impacto.

Además de los productos químicos disponibles en el mercado, existen trucos caseros con elementos comunes en casa que pueden ser igual de efectivos. Aquí te dejamos algunos remedios infalibles:

  • Sal: Ideal para eliminar manchas de grasa. Mezcla una pizca de sal con el zumo de tres limones en un tarro. Aplica la mezcla sobre la mancha con un paño y deja actuar unos minutos. Luego, frota con un trapo mojado en agua para retirar los residuos.
  • Vinagre y bicarbonato: Mezcla agua templada con vinagre y una cucharada de bicarbonato. Esta mezcla no solo combate las manchas, sino que también neutraliza los olores. Frota la mancha con un paño empapado en la mezcla. También puedes usarla para limpiar todo el sofá, pero necesitarás algo más de tiempo.
  • Agua oxigenada: Para manchas de sudor, mezcla agua oxigenada con un poco de agua. Aplica la mezcla sobre la mancha con un trapo limpio y deja actuar por unos minutos. Luego, retira con un paño mojado en agua.
Un sofá desenfundable permite limpiarlo fácilmente, eliminando manchas y suciedad sin complicaciones. Además, si alguna funda se daña, puede reemplazarse por una nueva, prolongando así la vida útil. Creditos: Kave Home

4. Protege tu sofá 

Para mantener un sofá limpio y en buen estado, uno de los mejores trucos es protegerlo desde el principio. Las fundas protectoras son una opción ideal, ya que no solo protegen de manchas y suciedad, sino que también son fáciles de limpiar o cambiar en caso de daños irreparables.

Si no quieres usar fundas, otra opción es rociar el tapiz con un spray impermeable, que actúa como barrera protectora, evitando que los líquidos penetren en la tela y causando daños. Este sencillo paso ayuda a prolongar la vida útil de tu sofá y mantenerlo en excelente estado durante más tiempo.

Periodista especializada en estilo de vida y viajes, con experiencia en TV3, Tinkle y National Geographic España, donde actualmente también colabora.

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