La vuelta a la rutina tiene para mí una mezcla de muchos sentimientos: un poco de pereza, un poco de ganas, y muchas cosas por recolocar. Después del verano, toca recuperar horarios, rutinas y listas de tareas. Y aunque todo esto suena a obligación, también es una oportunidad para volver a encontrar cierto ritmo con una buena playlist.
Estas cuatro canciones son canciones que acompañan, que ayudan a arrancar con suavidad y te devuelven poco a poco a tu centro. Son canciones que me gusta poner de fondo mientras organizo la casa, planifico nuevos proyectos o cocino alguna comida rica.
1. Our House, de The Head and the Heart
Esta canción siempre me suena a sábado por la mañana en casa: café rico, algo de orden y luz entrando por la ventana. Tiene un ritmo perfecto para cuando quieres ir retomando tu rutina poco a poco, sin lanzarte de golpe al caos. Una canción que romantiza lo cotidiano y nos ayuda a apreciar lo bonito de los pequeños detalles del día a día en nuestro hogar.
2. Brazil, de Declan McKenna
Cuando necesito un poco de movimiento para poner la casa en orden, esta es mi opción perfecta. Brazil tiene ese punto de energía perfecto que te engancha sin saturarte, lo justo para levantar el ánimo y empezar el día con buen pie. Incluso la vuelta a la oficina se hace mucho más amena con esta canción a todo volumen durante los trayectos.
3. Salitre y Humo, de Xoel López
Hay canciones que cambian el ánimo solo con escuchar sus primeros acordes. Salitre y Humo tiene ese tono tranquilo, casi nostálgico, que encaja muy bien con los últimos días de verano. Me encanta escucharla cuando estoy en casa deshaciendo maletas o intentando recuperar algo de rutina. Es como un puente entre el verano y todo lo que viene en una nueva etapa.
4. La raíz, de Valeria Castro
Es imposible no emocionarse al escuchar la voz de Valeria, y en mi opinión, esta es una de sus canciones más íntimas. La raíz tiene una sencillez que llega hondo sin quererlo. Me gusta porque me hace parar, me ayuda a relajarme y bajar la autoexigencia que a veces trae consigo los nuevos comienzos.
A veces la rutina agobia, y canciones como esta te recuerdan que no todo tiene que ir tan rápido. Hay algo muy honesto en lo que Valeria narra en esta canción y es inevitable conectar con parte de su letra.